El mundo alguna vez fue habitado por seres humanos que se alimentaban de animales que se encontraban muy abajo en la cadena alimenticia y tenían uso de sus facultades racionales (o al menos lo intentaban), pero ¡Oh, mi querida tierra! Ahora era habitada por monstruos desfigurados con piel y dientes podridos que apestan a infecciones mal tratadas y desayunan, comen y cenan cualquier cosa que respire y se mueva. La famosa invasión zombie por fin había llegado y el mundo que conocíamos ya no era para nosotros, no, dejó de ser así para convertirse en su mundo, uno en el que nosotros eramos la plaga.