Jamas sentí que pertenecía allí, sentía todo tan cuadrado. Tenia mi vida planeada ahí. Cada momento, cada vestido, cada peinado, y, hasta quizá, palabra. Y mi inconformidad me llevo a una ciudad que totalmente desconocía, y estoy decidida a jugar mi suerte para conseguir sobrevivir y no pasar por un infierno. Sin embargo, mi meta no es seguir viviendo, mi meta es saber que son esas visiones de mis sueños, y solo para saberlo debo seguir viva. Escape de la jaula para tocar el cielo con la manos.