Lucinda Germán es una chica problemática, sarcástica, burlona, irónica, amargada, irritante junto a una larga lista de defectos. Contrario a todas esas actitudes insoportables, se esconde una romántica empedernida, buena cocinera, divertida, soñadora, inteligente, dulce y paciente chica, que está en busca de un sueño.
Pero las peleas siempre ha sido uno de sus puntos débiles. Junto a otras cosas ilegales que pueden llenar sus bolsillos. Todo eso hasta que conoce a Scott Wilson, un chico dulce, algo que ella desearía probar en todos los sentidos. Trabajador, porque todo lo que había visto proponerse lo logro. Y paciente, no solo con su familia, si no también con sus amigos.
Y esto no solo será la chica mala y el chico bueno. Esta es la historia de una chica, que con dificultad quiere cambiar, hasta que descubre que el es su salvavidas.
- No puedes hacerlo, no puedes dejar todo atrás por una persona - brama Alex, el chico con el que tantas veces soñó estar.
- Si puedo hacerlo, ¿Sabes porqué? Porque lo amo - digo mientras que veo sus ojos cristalizarse.
- Vas a destruirlo
- No, yo lo protegeré - me acerco, para arrancar el collar que años atrás le había obsequiado. Uno que compartíamos - porque después de todo, yo también puedo sentir amor.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.