El romance y los sentimientos son algo inconcebible dentro de la mafia de los Noboa, tan prohibido como un sacrilegio y comparable como un parásito que te consume las ideas y distorsiona los objetivos de alcanzar la grandeza. Por desgracia, Alex Moya, un joven de 23 años, heredero del legado junto a Vivian Noboa, nunca dio signo de poseer ese ímpetu de mafioso; era un romántico empedernido que moría desde adentro al asimilar sus futuras responsabilidades dentro de la Mafia, se resignó a vivir en su propio mundo a través de los libros, novelas que le ayudaban a sobrellevar el odio y menosprecio de sus padres.
Una noche, en medio de una reunión en la casa de los Noboa, su vida da un giro de la mano de Vivian, una chica entrenada para la mafia con profundos sentimientos reprimidos.