"¿Sí, Lou?" preguntó Harry, frotándose los ojos cansados. Una ráfaga de viento entró por las ventanas abiertas, provocando escalofríos en los brazos de Harry mientras una ligera lluvia empezaba a caer fuera. Volvió a cerrar los ojos y reposó su cabeza sobre el reposabrazos del sofá.
"¿Podemos ir allí?" preguntó Louis, probablemente señalando algún lugar. Harry abrió los ojos y sintió su corazón darle un salto en el pecho, con la página de una revista a un par de centímetros de su cara. Sobresaltado, Harry cerró sus ojos y respiró con fuerza, tratando de recomponerse.
Harry parpadeó un par de veces para enfocar sus ojos en la página que Louis aún sostenía frente a su nariz. "¿Quieres ir al Gran Cañón?" arrugó las cejas, inclinando la cabeza hacia la izquierda para mirar la cara de Louis.
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°•𖡼 traducción autorizada
°•𖡼 todos los créditos a cinnamons en ao3
Es 1998 y Harry Howell aún no sabe qué diablos hacer con toda la gran herencia que su difunto abuelo le dejó. En los típicos clichés de las típicas novelas; Harry sería el bastardo lleno de dinero y totalmente arrogante, pero ésta vez no.
Él siempre ha sido un alma buena, alguien con el que siempre puedes contar. Alguien dispuesto a darte una mano.
Es 1998 y Harry aún sabe que con el dinero no puedes comprar amigos, pero sí ayudar a la gente. Tras largos periodos dedicados a brindar su ayuda en trabajos comunitarios únicamente por placer, Harry decide que va a participar en el call-center de un amigo.
Pero éste ''call-center'' es bastante distinto. Es una línea suicida, que brinda ayuda a personas desesperadas y solas en las noches.
Es 1998, y muchísimas cosas pueden cambiar para Harry en tan solo un mes.
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Se prohíbe cualquier adaptación de ésta novela. Obra registrada en Safe Creative.
25/02/2015: #93 en Romance
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