Un apocalipsis llamado Sierra

Sierra es la definición de impulsividad y adrenalina. Cuando su madre y ella se mudan con su nuevo novio y su hijo Félix a la gran ciudad ella lo ve como un cambio que no necesita. A Sierra le gustan tres cosas: las motos, las series y la comida. No está interesada en hacer nuevos amigos pero cuando conoce a Ian descubre que el amor que siempre le pareció cursi y una chorrada puede ser algo brutal, que arrasa con todo a su paso y que desde luego no es cosa de princesas.

Para Ian que ha vivido toda su vida entre coches y con su mejor amigo Félix, no existe más, su vida empieza y termina en la carretera, encuentra libertad en el asfalto, hasta que un día todo se tuerce. Tras dos años de coma despierta en el hospital y descubre que su vida ha cambiado completamente, pero cuando en medio año después conoce a la hermanastra de su mejor amigo no sabe que hacer, su vida siempre había estado en un cuatro ruedas y ahora siente que va de cabeza y sin paracaídas desde un avión.