Las Bolas de Dragón: siete místicas esferas que, cuando se reúnen en el mismo lugar, invocan a un dragón capaz de garantizar un único deseo. Desde que su poder fue descubierto por Bulma, una adolescente de dieciséis años, y su amigo Goku, estas esferas de Dragón se convirtieron en un recurso vital para nuestros héroes. El dragón sagrado Shenlong fue invocado numerosas veces en la Tierra, cada una de ellas para ayudar a sus defensores contra las múltiples amenazas que fueron surgiendo. Goku y sus amigos continuaron haciéndose fuertes con los años, ganando un poder increíble a la vez que defendían la Tierra luchando contra multitud de seres malignos de todo el universo. Al fin, después de décadas de luchar por sus propias vidas una y otra vez -contra los saiyanos, el imperio de Freezer, los viles androides del doctor Gero y el djinn maligno Majin Buu- la paz fue finalmente instaurada en la Tierra. La derrota de Majin Buu dio lugar a aquella magnífica era de paz, guiando a Goku hacia Uub -la reencarnación de corazón puro de Majin Buu-, y Pan, su propia nieta. Goku, sabiendo que no viviría para siempre, vio la oportunidad de entrenar a ambos para que con el tiempo, tomaran su lugar como defensores de la Tierra. El futuro se anticipaba brillante en las manos de Goku y sus discípulos. Pero ahora, en un lugar muy, muy lejano -y después de veinte años de paz-, un nuevo desafío amanecía en el horizonte de las vidas de nuestros héroes.