Adolescencia suicida.

Les contare a continuación una pequeña historia.

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Se escuchan risas, cantos y se observa bailar a muchachos y muchachas que disfrutan de la vida.

Fíjate muy bien, y ahora ¿Dime qué vez?

-Por el armario, una niña de cara pálida esta sentada y no presta atención a nada.
(se le acerca y pronuncia)

- Hola, me llamo Ally.
- Hola, mi nombre es Ariel.
- ¿Cómo éstas hoy, Ariel?.
- (Pequeño suspira y sonríe), estoy muy bien, y ¿que tal tu?.
- De lo mejor, ¿Te gustaría jugar conmigo?.
- No Ally, lo siento; pero estoy a gusto aquí.

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Ally se alejo, la niña agacho su cabeza y comenzó a pensar en todo lo que le estaba pasando, pues quizás Ally no presto atención al semblante de Ariel.
Su rostro estaba pálido, sus ojos ya no tenían el brillo de cualquier niña a los 14 años...

Todo tiene su explicación.

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