¿Recuerdan ah esas patéticas chicas con su figura perfecta que humillan ah todos?. Pues, esa no soy yo. Pero si lo es el, ese fanfarrón que no desea ponerle límites ah su arrogancia innecesaria. Aunque está historia parezca algo "clichés" sabrán que nada es lo que parece. Puede ser que los sorprenda más de lo que se imaginan. La única regla para continuar sabiendo de mi historia es, no perder jamás el control emocional.
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