Desde pequeña he preferido a las mujeres antes que a los hombres. Al principio, pensaba que era simplemente porque me sentía más cómoda hablando con chicas que con chicos. Me ponía muy nerviosa hablar con chicos, casi se me hacía imposible tener una conversación con uno, pero con el tiempo, simplemente se convirtió en una costumbre. La verdad era que nunca he tenido necesidad de hablar con un chico, además, la mayoría de chicos que me hablaban, solo era para preguntarme alguna duda sobre la clase. Tipo; ¿Qué había que hacer aquí? ¿Cómo era esto? Oye, ¿tú entiendes esto?... Llegué a pensar que podría ser bisexual, hasta que la conocía ella, entonces toda idea de ser bisexual se deshizo.