El fuego ilumina la habitación con un parpadeo incierto, dibujando sombras que se retuercen sobre las paredes como espectros. Una figura joven observa desde el umbral, apenas visible, mientras todo a su alrededor huele a pólvora, a secretos y a miedo.
Hace veinticuatro años, alguien rompió un pacto de sangre. Una traición silenciosa, calculada y fría, que selló destinos antes siquiera de que una nueva vida viera la luz del sol. Los nombres, los rostros, las promesas rotas... todo se mezcló en un torbellino de venganza que nadie podría detener.
Ahora, un hombre camina por los pasillos del poder con la sombra de su hermano menor a cuestas. Sus pasos son medidos, sus ojos oscuros como la noche sin luna, y cada mirada que lanza puede congelar la sangre de quien la reciba. Lo llaman Alexander Banks, pero él no es solo un nombre: es la advertencia viva de que nadie, absolutamente nadie, puede traicionar al Imperio de Sangre sin pagar el precio.
Y ella... ella es la herencia olvidada de esa traición. Una universitaria que por las noches es bailarina que cree conocer su mundo, pero que ignora cuánto se entrelaza con el miedo, con la mafia, con un juramento que atraviesa la muerte. Su nombre es Evelyn García, y aún no lo sabe, pero ya es una pieza clave en un juego que podría devorarla o darle un poder que ni siquiera imagina.
En algún lugar, alguien observa. Siempre observa. Susurros, llamadas, mensajes sin remitente... la red de ojos y oídos del Imperio de Sangre ha detectado la presencia de Evelyn. Lo que vendrá no tendrá advertencias, y cada decisión, cada movimiento, puede ser la última.
El reloj del destino ya ha comenzado a correr. Y solo aquellos lo suficientemente audaces o lo suficientemente locos sobrevivirán.
Traición y venganza...
Todos tenemos situaciones complicadas en la vida, ninguno se salva de los traumas de la infancia, de familiares castrantes, de historias complejas que a final de cuentas son dignas de contar.
No todos podemos dejar atrás las sombras o miedos propios, para superarlos o mezclarlos con los de alguien más, es un riesgo que solo los valientes asumen.
¿Que tan bueno eres tomando decisiones definitorias? ¿Eres capaz de interpretar mal las acciones de otros? ¿Puede el amor superar todas las barreras autoimpuestas? ¿Cuanta verdad eres capaz de contar cuando se trata de tu vida? ¿Mostrariás tus manías? ¿Quien dijo que los psicólogos pueden lanzar la primera piedra si hablamos de cordura? ¿La muerte entierra los secretos o los saca para ella guardarse?
Ella asumirá riesgos, lo normal será relativo, los miedos bajo la cama o encerrados en el armario , las verdades poco a poco adornaran su vida, suponer nunca es una buena idea por más tino que se tenga para ello.
Él tratara de huir de lo inevitable... ¿Lograra alejarse lo suficiente para no caer en una "Complicada Atracción"?