Llevo un año tratando de ponerle nombre, título y emoción a todo aquello que he sentido, siento, pienso y me pregunto. No sé si en estos 12 meses he sido capaz de encontrar las palabras adecuadas en el contexto adecuado con la explicación adecuada. Pero lo que si sé, es que hay verdad, mucha verdad, independientemente de si estas de acuerdo conmigo o no. Si lo pone, es que así lo pensaba o sentía. Y da igual si lo que lees no coincide con lo que crees conocer de mi. Vivo un 95% del día dandole vueltas a todo lo que me rodea y no con todo el mundo comparto mis inquietudes de alta intensidad. Así que es muy probable que te sorprendas, pero hay verdad. Por otro lado, disculpad la sumamente elevada incontinencia verbal que tengo, no puedo no decir algo que quiero decir, me quema dentro y debo sacarlo, no importa cómo ni cuándo. Esto da igual cuando lo leas que me seguirá pasando. Siendo sincera, no sé si aprenderé a vivir nunca, ni que es lo correcto, ni en qué dirección quiero construir mi vida, pero dentro de lo que cabe he sabido explicar los cimientos vitales que tengo por el momento. Siento totalmente imposible evitar compartirlo. Porque como he dicho antes, me quemaba dentro. Espero que lo disfrutéis casi tanto como yo escribiéndolo. -A flor de piel-