Story cover for Los Santoro by MattCherry
Los Santoro
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    MGA BUMASA 202
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    Mga Boto 70
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    Mga Parte 8
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    Mga Parte 8
Ongoing, Unang na-publish Oct 05, 2022
Mature
2 bagong parte
Rebeca "Beck" Santoro, una viajera sarcástica e independiente, regresa a regañadientes a casa de su hermana solo por su adorada sobrina, Zoe. Su primer día es un desastre épico: tras encontrar unas llaves ocultas de forma absurda, Beck irrumpe en la casa y, creyendo presenciar un secuestro, ataca con un taser al supuesto ladrón.
El electrocutado resulta ser Caleb, un atractivo hombre que es, de hecho, el niñero de Zoe.
Forzados a convivir, Beck y Caleb se convierten en enemigos instantáneos. Él la considera una irresponsable y una mala influencia para la ya traviesa Zoe, y ella lo ve como un tío estricto y demasiado estable.
Entre las travesuras de Zoe, las constantes peleas por la crianza y una innegable tensión romántica, Beck debe decidir si su miedo a "anclarse" es más fuerte que la conexión que está encontrando con su sobrina y con el hombre que (casi) mata con su arma de electrochoque.
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Mga Alituntunin ng Nilalaman
Magugustuhan mo rin ang
Fumble En El Corazón ni AzulBlackford
43 parte Kumpleto
Hanna Elowen tenía una vida que se movía tan rápido como ella: tochito bandera, jugadas perfectas, adrenalina pura y un futuro brillante corriendo a su lado. Hasta que una lesión- inesperada, cruel- la detuvo de golpe. Ahora su mundo es más pequeño. Una silla de ruedas, muletas, una gata emperatriz llamada Nieve, maratones de Harry Potter y la sensación constante de que todo lo que fue... quedó demasiado lejos. Ella ya no corre. Ya no compite. A veces, ni siquiera se atreve a sentir. Hasta que suena el teléfono. Es su tío Steve: Head Coach de los New England Kings, fuerza de la naturaleza, experto en gritar, llorar y amar con la misma intensidad. Y tiene una propuesta imposible: mudarse a Nueva Inglaterra para ser su asistente. Hanna no está lista para estadios, ni para jugadores gigantes, ni para madrugadas a las cinco de la mañana. Pero tampoco está lista para seguir rota. Así que acepta. Lo que no esperaba era él. Noah Blackford. Quarterback estrella. Favorito de la prensa. La sonrisa más peligrosa de la AFC. Y una mirada tan suave que desarma cada una de las paredes que Hanna construyó alrededor de su dolor. Noah la ve. Incluso cuando ella misma no sabe cómo hacerlo. La acompaña, la cuida sin invadir, la escucha cuando su voz tiembla y le recuerda -sin decirlo- que su vida no terminó en esa cancha. Entre sesiones tácticas, sillas de ruedas que chocan con casilleros, jerseys mal doblados, caídas torpes, atajos emocionales y un quarterback que huele a lluvia y seguridad... Hanna empieza a descubrir algo que había olvidado: Que aún tiene corazón. Y late fuerte. Pero enamorarse nunca fue parte del plan. Y sanar tampoco. Eso es lo hermoso -y lo aterrador- de un verdadero fumble: a veces perder la jugada te lleva directo a aquello que nunca supiste que necesitabas. Con o sin casco. Con o sin miedo. Con una mano temblando sobre la rodillera y otra aferrada a un quarterback que la mira como si fuera magia.
Magugustuhan mo rin ang
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Fumble En El Corazón cover
NOCTURNO © cover
Concurso Mil Palabras, Mil Mundos cover
Palabras De Agua cover
Lo que lloro en Silencio cover
¿Me gustas? cover
Viviendo Con El Playboy cover
Inuyasha: Un nuevo comienzo cover
Atados por el destino cover
MEMORIA CELULAR cover

Fumble En El Corazón

43 parte Kumpleto

Hanna Elowen tenía una vida que se movía tan rápido como ella: tochito bandera, jugadas perfectas, adrenalina pura y un futuro brillante corriendo a su lado. Hasta que una lesión- inesperada, cruel- la detuvo de golpe. Ahora su mundo es más pequeño. Una silla de ruedas, muletas, una gata emperatriz llamada Nieve, maratones de Harry Potter y la sensación constante de que todo lo que fue... quedó demasiado lejos. Ella ya no corre. Ya no compite. A veces, ni siquiera se atreve a sentir. Hasta que suena el teléfono. Es su tío Steve: Head Coach de los New England Kings, fuerza de la naturaleza, experto en gritar, llorar y amar con la misma intensidad. Y tiene una propuesta imposible: mudarse a Nueva Inglaterra para ser su asistente. Hanna no está lista para estadios, ni para jugadores gigantes, ni para madrugadas a las cinco de la mañana. Pero tampoco está lista para seguir rota. Así que acepta. Lo que no esperaba era él. Noah Blackford. Quarterback estrella. Favorito de la prensa. La sonrisa más peligrosa de la AFC. Y una mirada tan suave que desarma cada una de las paredes que Hanna construyó alrededor de su dolor. Noah la ve. Incluso cuando ella misma no sabe cómo hacerlo. La acompaña, la cuida sin invadir, la escucha cuando su voz tiembla y le recuerda -sin decirlo- que su vida no terminó en esa cancha. Entre sesiones tácticas, sillas de ruedas que chocan con casilleros, jerseys mal doblados, caídas torpes, atajos emocionales y un quarterback que huele a lluvia y seguridad... Hanna empieza a descubrir algo que había olvidado: Que aún tiene corazón. Y late fuerte. Pero enamorarse nunca fue parte del plan. Y sanar tampoco. Eso es lo hermoso -y lo aterrador- de un verdadero fumble: a veces perder la jugada te lleva directo a aquello que nunca supiste que necesitabas. Con o sin casco. Con o sin miedo. Con una mano temblando sobre la rodillera y otra aferrada a un quarterback que la mira como si fuera magia.