Raptada por el Lobo

-dime una cosa, ¿tus amigos suelen besarte cuando quieren?-gruñó apretando los puños-.

Fruncí las cejas y retrocedí un poco mas al verlo acercarse a mí.

-n-no sé de que hablas--

-¡él te ha besado antes!-grito golpeando la pared-.

Salté hacia atrás aún mas asustada.

-s-si pero e-ramos adolescentes-mi voz tembló-

Él sonrió con malicia.

-pues jamas debió tocarte -gruñó- el solo se sentenció.

Mis ojos ardieron e hice lo posible para no llorar.

-n-no te acerques mas, p-por favor-susurré asustada-.

Choqué con la pared y el seguía acercándose.

-nunca me pidas alejarme de ti-gruñó-.

Cerré los ojos cuando lo tuve frente a mi. No dejaba de temblar del miedo.

Él es esa bestia negra con rasgos humanos... el mató a una persona... solo porque nos besamos hace ya mucho tiempo.

Gimotee por el tacto de su mano sobre mi cadera. Tapé mi boca para no sollozar. Temblé al sentir que metió su cara en el hueco de mi cuello.

Quité la mano que cubría mi boca para empujar su pecho lejos de mi. Claramente era inútil su pecho era duro como una roca y no había posibilidad de moverlo.

Me estremecí ya que lo sentí besar y lamer mi cuello.

-n-no.-jadee empujándolo-

Abrí los ojos cuando mordió con fuerza mi piel y la estiro con sus dientes, me agarró con ambas manos en la espalda y me alejó de la pared.

-e-espera suéltame-susurré-

Lo escuché reírse, la voz la tenia mas ronca. Y por lo tanto le causo cosas a mi cuerpo que yo no pedí.

-tu boca podrá mentir, pero estas excitada, y mi mayor placer es complacer a mi hembra.-susurró en mi oído-.

Luego una de sus manos agarró mi nuca y giró mi rostro, sentí sus labios sobre los míos en ritmo demandante.

Suspiré en sus labios y cerré los ojos rendida.