Una selección de mi primer poemario publicado por Editorial Ígneo.
Palabras del editor:
Las imágenes del cuerpo, la exacerbación de los sentidos, la sensualidad y la feminidad en todos sus aspectos, han dado pie a mucho material literario(...) Sin embargo, y tal vez precisamente por ese ánimo reivindicativo, o por una necesidad de sacara del oscurantismo el tema, poco a poco se ha ido creando un tópico predecible y pueril al respecto. En tal sentido, concebir un trabajo de esta índole que resulte original, es una rareza. Carmen Viloria lo consigue en su primer libro, gracias a una naturalización del tema, que la lleva a no fascinarse por lo que es natural, sino a celebrar, remarcar, extrañarse por lo que verdaderamente importa: la experiencia humana, que es singular e intransferible.
En "Té con verso", la joven poeta consigue una voz propia para transitar por los lugares comunes, venciendo su predictibilidad; no solo por haberlos abordado desde una perspectiva humana, alejada de todo panfleto reivindicativo; sino también porque la autora se esfuerza en buscar el lenguaje preciso y no se detiene en innecesarias imágenes que pretendan impresionar por lo explícito. Al contrario, la elegancia y la transparencia con la que se extrapola la experiencia personal; acompañada de la humildad de una voz que no busca aleccionar a nadie, sino que desea solamente contar aquello que le fascina; termina por constituir un poemario que es al mismo tiempo agradable, por la sencillez y originalidad de su propuesta, y por lo turbador, por la contundencia con la que se exponen las heridas que siempre quedan en el cuerpo cuando se da rienda suelta a sus necesidades, o cuando éstas son un eslabón más de todo lo que conforma la experiencia amorosa, que es la experiencia de la vida al fin y al cabo.
En estas páginas hallarás reflexiones y pensamientos que quizás no siempre sigan una lógica clara, e incluso puedan parecer disparatados. Sin embargo, son los que, a mí, me han transformado. No busques respuestas aquí. Tal vez, las encuentres en lo más profundo de tu ser. Agradezco profundamente a quienes han seguido estas líneas, acompañándome en este viaje de reflexión y descubrimiento.