Enamorarse de la fantasía es algo que todos pueden hacer. Yo lo hice y cuando descubrí a fondo que era lo que me atraía tanto a ella, me enamoré aún más. Así que me convertí en lo mismo de lo que me enamoré. Me convertí en fantasía. Soy ese cuento de hadas, esa historia ficticia que a todos obsesiona. Pero, ¿Qué es la fantasía sin drama y suspenso? La fantasía y la intriga van de la mano en historias como esta. Y exactamente por eso... Te contaré lo qué pasó después. Esta vez, a través de sus ojos.
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