Pasaron dos semanas desde lo sucedido y aun me parece irreal, cada noche repito en mis sueños el toque de sus manos al igual que el sonido de su voz. Nuevamente falte a clases y aunque soy consciente que no podre evitarlo por más tiempo, todavía no me atrevo a volver al salón donde se; lo veré. Mi nombre ya lo conoces y tal vez debes estarte preguntado qué es lo que me tiene tan trastornada, pero eres yo... así que deberías recordarlo; pero como la expresión de tu rostro me dice lo contrario, deja que te reviva la memoria. Exactamente hace 14 días se cumplió un deseo reprimido que nos abrumaba desde hace tiempo... ¿Qué, cual es? Debes estar bromeando, pues el de acostarnos con Aizawa-sensei. Si!! Lo sé, estoy tan consternada como tú, pero deja que te explique cómo sucedió.