My boy

-Mi respiración esta agitada de tanto correr tengo el corazón acelerado y estoy sudando mucho, miro hacia atrás y esos hombres siguen persiguiendome-no debí meterme aquí-pieso- no creo poder seguir avanzando estoy muy cansada pero al parecer ellos no lo están, tomo aire y trato de acelerar el paso, necesito esconderme no puedo seguir haci, veo un muro y me brillan los ojos no es alto pero si me agacho lo suficiente me puede cubrir para que no me vean, no lo pienso dos veces y me escondo, respiro ondo cuando veo que siguen de largo y no me ven

-Gracias a Dios- suspire y decidí salir de hay, pero me di cuenta que fue una mala idea cuando unos hombres seguían hay y me vieron, intenté correr pero ellos fueron más rápidos y me sujetaron de la muñeca

-A donde Cres que vas mocosa-dijo el hombre que me tenía sujeta

-Suéltame estúpido-forcejeo pero es en vano ya que el hombre es muy fuerte

-No lo creo bonita-dijo ensanchado una sonrisa que me dió escalofríos-nuestro jefe te enseñará a no meter tus narices dónde no debes-empieza a llevarme con el forcejeo para que me suelte pero es en vano

-Suéltala-escucho a mis espaldas pero no tengo que voltear para saber quién es ya que si voz está grabada en cada parte de mi cabeza

-Pero señor-no pudo terminar ya que el lo volvió a interrumpir

-Que la sueltes dije, yo me are cargo de ella, te aseguro que no volverá a meterse en problemas-y eso fue suficiente para que esos hombres me suelte y me dejen con la persona que no e podido sacar de mi cabeza estos días Eiden