El juego.

Luego de un rato decidí romper el silencio.

- Y cuéntame, ¿qué se siente ser el nuevo?.

Su rostro se puso serio y tardo unos segundos en responder.

- Eh estudiado contigo toda la secundaria. De hecho, compartimos 3 clases. - Me dijo con sorna. Y yo ahí, sin palabras.

Debía parecer un conejo herido.

No sabia que decirle. Pero, ¿qué le podía decir? ¿"Oh lo siento, pensé que eras el conserje"?.

No, no es buena idea.

- Igual, no te preocupes - sonrió irónicamente.- igual no es como si fueras de mi agrado, mejor actúa como si simplemente no me conocieras, arruinarías mi reputación.

Eso me molesto.

- ¿Que reputación Wentz? ¿La que no existe? No trates de llamar mi atención con mentiras cariño, ni con verdades me atraes.

Quedo tieso un momento y luego volvió a sonreír sarcásticamente con su portuaria relajada.

- ¿Quieres apostar?

Oh si, claro que quería. Que empiece el juego.