Una brújula siempre marca el camino indicado, el camino necesario a recorrer para nuestra ubicación deseada.
Mi brújula se desorientó un poco, no sabía a donde correr, no sabía ni siquiera cual era esa meta. Mi papá me había dicho que tenía un propósito, por esa razón mi corazón seguía latiendo.
Pero cuando él nos dejó, cuando el tomo la decisión más egoísta, mi norte y mi rumbo se perdió. Las personas que debían de ayudarme me hundieron, las personas que debían de amarme sin importar nada, decidieron juzgar y rechazar.
Huir, parecía ser lo indicado, pero nada puede escapar del inmenso amor que me buscaba.
La iglesia me lastimo, empecé a crear ideas erróneas, por personas que no enseñaban de manera correcta.
Pero por más que corrí y corrí, él me alcanzo, por más que quise escapar el me encontró. Solo tuve que dejarme hallar y darle el permiso para que haga su obra en mí.
Sí, la iglesia lastima, pero no le entregues tu vida a la iglesia, entrégasela a quien la creo y te darás cuenta, la diferencia de las cosas.
Como yo, Luz Arias, una chica común y corriente, que se dejó atrapar por el hombre más perfecto y sin manchas.
¿Dolió? lo suficiente, pero bendito ese dolor que me trajo a sus brazos verdaderamente.
Te invito a conocer mi historia, su historia, nuestra historia.All Rights Reserved