Yo, Idóneo - Parte II: Amor
[Segundo acto de la serie: Ubulili].
Descolocado por las consecuencias de sus actos y los de otros, Robin se encuentra en un fuerte enfrentamiento contra sus verdaderos sentimientos; especialmente con el dolor. Haberse reprimido el llanto y forzarse a estar bien, lo lleva a colapsar justo el día de su cumpleaños, introduciéndose en un ritual de medicamentos que le hacen sentir incapaz de salir de su agujero. Sin embargo, estar tan concentrado en su pena le orilla a ignorar que la vida aún le tiene preparados más espectáculos por presentar.
En un abrir y cerrar de ojos, las cosas vuelven a cambiar para Robin, cuando es interceptado por los hombres de Tobías Rodd, arrastrando consigo a las personas que estuvieron para él cuando lo creyó todo perdido. Sus vidas corren grave peligro, pues el poder en el que se encuentran es mucho más grande de lo que alguna vez imaginaron, y para salir de ahí, todos deberán entregar un poco de sí mismos, hasta que el tesoro de su imperio vuelva a estar en sus manos.
Se apagan las luces tras la última función del circo Ubulili, y las máscaras comienzan a salir, adheriéndose profundamente en sus rostros, incapaces de revelar las verdaderas intenciones de todos quienes interpretan un papel a punto de expirar. Ya no hay aplausos, ya no hay público; solo hay dolor...
(Esta historia contiene fuertes escenas de sexo, violencia y lenguaje explícito. Si estos temas no son de tu agrado, te invito a dejar la lectura y buscar algo adecuado a tu edad y/o preferencias).
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