Derek, un chico como cualquier otro, que vive junto a su madre soltera, en una gran ciudad puramente iluminada por luces de neón, que asiste a una escuela normal. Alumno promedio, sin amigos y sin estatus social. De piel blanca, 1.79m de altura, cabello negro desordenado, ojos color avellana, ojeras y un piercing en el labio. Su única compañía siempre fue su soledad. Hasta que un día, por azares del destino o quizás porque estaba escrito en los planes divinos, conoce a un chico, Adam, quien en tan solo un intercambio de palabras, consiguió iluminar la vida de Derek incluso más que todas las luces de la ciudad juntas. Nuestra historia comienza por el final, pero el pasado sigue dejando herida, las cicatrices no sanan y los recuerdos aún son dolorosos. Pero, bajo la luz de neón, quizás aún hay esperanza...