Junio de 2019, Rodrigo acaba de terminar el último curso de universidad y, tras meses contando los días para el que iba a ser el mejor verano de su vida, todo se tuerce. Su novio, después de cuatro años juntos, ha roto con él y Rodrigo necesita huir de los recuerdos para remendar su maltrecho corazón. Un autobús de última hora le lleva hasta un pueblecito de la costa donde pasará el verano junto a su abuela, justo a tiempo de que su artista favorita anuncie un álbum que no está pensado para los corazones rotos. Entonces lo entiende: tiene 71 días para olvidarse de él y volver a enamorarse.