El amor que me quedaba lo invertí en alcohol.

Y a la mierda todo, me rindo, no se puede luchar sin armas, y menos, sin ganas.
Que tu eres claro, yo ingenua y ella envidiosa, ¿y qué se puede sacar de una combinación así?
Como suelen decir, nada es para siempre, y lo veo lógico, nadie es
merecedor de vivir en el paraíso. Y es que todo
es tan efímero… Todo ha sido como un gran polvo, cada vez era todo más bonito,
hasta el punto que llegamos al éxtasis, el orgasmo, y en ese momento lo éramos TODO, y el vacío, en ese momento estaba lleno y ardía pura llama. Pero los orgasmos son breves, a penas duran
8 segundos. Como nuestra llama, que se extinguió en pleno invierno y ni rastro
queda de la ceniza, a lo mejor, la nieve lo tapó, disimulando todo lo bello y
borrando el olor de la mezcla de nuestros perfumes.

Puede que todo esto haya sido obra del destino, que nos envidiaba por que el no
logra recuperar a su preciosa Destiny, cuya enamorada decidió abandonarlo, y
por eso, nos desea la misma suerte. Quizás ha pasado por que sí, porque todo lo
que sube acaba bajando y lo nuestro subió hasta el mismo cielo, pero acabamos
estrellándonos cada uno en una punta del mundo diferente.

Esto es una clara despedida, un adiós para tus recuerdos, ha sido difícil, la verdad. No habría podido olvidarte sin él... si, hay otro, le suelen llamar Jack, de apellido Daniel's. Él es simple y me ayuda a olvidarte, siempre que lo tome, claro. Oye.. que gracias, que si, que me cuidaré y que seré feliz, y esta vez si será de verdad, adiós recuerdos, un placer amargarme con vosotros.
¡Ahh, se me olvidaba! Adiós gilipollas, eres bueno haciendo sufrir, no cambies.