Si me dijeran que describa con una sola palabra a Kaden Reyes te diría que es un engreído.
Un engreído, pesado, odioso, estúpido, presumido, vanidoso, sobrado... pero también es atento, divertido, valiente, educado y sobre todo atractivo...
¿Quién diría que caería rendida ante unos ojos azul cielo que podían hipnotizar a cualquiera?
Kaden Reyes, te odio y te odiaré por siempre y todo porque llamaste mi atención y ahora no te quito de mi mente.
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Alaska Harris es una chica con una vida bastante tranquila. Saca buenas notas, tiene a sus amigos y a su madre que la quiere mucho. Siempre a pasado por desapercibida, para que su vida no se complicara tanto.
Pero toda esa tranquilidad termina cuando la familia Reyes se muda a la ciudad.
Su vida se verá envuelta sólo en una persona, alguien quién descontrola sus pensamientos y le hace dudar, alguien que le hace abrir los ojos y le enseña cosas nuevas y ese alguien tiene nombre y apellido.
Kaden Reyes.
Freen era una omega bastante rara para la personas aquellas decían que era un poco más alta para ser una omega otros que podría dar miedo si te miraba y algunas personas solo quedaban enamorada de verla aunque para Freen todo era normal pues siempre era amable y nunca se enojaba atenta con sus seres queridos era la chica perfecta como sus padres solían decir.
Becky una pequeña omega tan hermosa como la primera nevada era una chica responsable y cuidadosa con todo lo que hacía vive esperando a que aquella omega aparezca una vez más a su vida pues recuerda que alguien la salvó cuando era pequeña más no recuerda su rostro así que vive con la ilusión de que algún día aparecerá.
Pero ¿Qué pasaría si la persona que espera aparece en último año de universidad? ¿La reconocerá?