Park Jimin era el gobernante perfecto, sin embargo, el emperador quería una esposa, no un colega. Entonces, él abandonó a la emperatriz y puso una esclava a su lado. Eso estuvo bien, hasta que Jimin oyó que el emperador le prometió a la esclava la posición de Emperatriz. Después de mucho agonía, Jimin decidió que se volvería a casar con el emperador del país vecino. Créditos a su respectivo autor Adaptación