Nacemos.
Vivimos.
Y morimos como todos los humanos.
Ese no es mi caso.
Yo nací y morí en vida.
Y sigo estando muerto.
Miro a las personas más cercanas a mí. Ellos encontraron una pareja con la cual pasar el resto de su vida. Casarse y tener hijos, formar una familia.
Ese no es mi caso, nuevamente.
Yo no quiero una esposa, no quiero una familia, no quiero hijos.
Eso no es para mí, y nunca lo será.
Admiro a las familias, me gustan los niños. Los respeto, pero eso no significa que para ser feliz necesito tener uno. Amo a mi familia. Amo a mis sobrinos cuando sonríen y me hacen reírme con su inocencia.
Muchas personas me han preguntado el por qué mi decisión de no tener una familia. No tener una pareja con la cual despertar cada mañana para compartir el desayuno. No tener niños corriendo en un hogar lleno de alegría.
Eso no es para mí, repito.
Estoy más que maldito, esa es la verdad.
¿Por qué digo que estoy maldito?
Pronto sabrán el por qué.
Soy Serguei Votiakov.
Esta es mi historia .
Este soy yo.
Cada vez que Nikolay hablaba de sus carreras todo en él detonaba pasión, emoción y adrenalina. Sencillamente nunca dejaba de repitir qué estar sobre su monoplaza era lo que lo hacía sentir vivo.
¿Como le explico a mi novio que exactamente igual me sentía yo cada vez que estaba sobre Masimiliam Boss?
Sencillamente no me importo que fueran compañeros de parrilla, y tampoco las consecuencias que tendremos por nuestras decisiones. Él lograba que me dejara de importar si lo que hacíamos estaba bien o mal.