Tras la muerte de su primogénito Johari durante la quincuagésima quinta edición de los Juegos del Hambre, el Sr. Y la Sra. Jones hicieron todo lo que estuvo al alcance de sus manos para asegurarse que ningún otro hijo suyo les fuera arrebatado en los temibles juegos. Zuri y Omari crecieron en un ambiente hostil en el caluroso Distrito 4, mientras los demás niños de su edad aprendían oficios del mar, los jóvenes Jones aprendían a defenderse y a sobrevivir a cualquier escenario posible que se les presentara en la arena.