Un sábado por la mañana, Samuel Bowler, el párroco de una iglesia de Crossville (Tennesse), abrió la puerta del único templo católico de la población para acceder a su interior. Seguidamente, el veterano sacerdote se quedó completamente aterrorizado al contemplar que tras el altar se encuentra el cadáver de una chica rubia crucificada en en una cruz de madera, que está apoyada en la pared y el suelo, y que está colocada en posición invertida. A partir de ese terrible suceso se da inicio a una investigación que dirigirá la agente especial del FBI Rachel Ann Johnson. Su principal objetivo será encontrar al culpable o culpables del asesino y crucifixión de la joven Sarah Leighton.