Para Jane emigrar, significaba dejar a sus seres queridos y enfrentar al mundo sola por primera vez en su vida. Su mejor amiga, quién la había convencido de irse a vivir con ella, le cerró las puertas de su casa acabando con todas sus sueños e ilusiones de un abrir y cerrar de ojos. Enfrentarse al mundo era lo más difícil que Jane pensaba pero ahora lo más difícil es decidir si marcharse como tanto lo tenía anhelado o quedarse como nunca en su vida lo hubiese imaginado.