¿Qué haces cuando le quieres decir a tu estricta madre que quieres dejar la carrera de leyes y tomar más en serio tu pasión por la música? Ciertamente no te haces un piercing ni te tiñes el cabello de rojo para sacarla más de quicio... Supongo que nadie le avisó de esto a Astrid, quien fue echada de casa y terminó viviendo con los chicos de su banda, los cuales estaban más locos que una cabra.
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