Los tonos fríos de Lillian siguen provocando la misma reacción desde que Lena era una niña, cuando sus lágrimas eran recibidas con fría indiferencia y duros recordatorios de que los Luthors no lloraban. Su cerebro se cierra, el pánico queda relegado al fondo de sus pensamientos mientras se endereza y sigue obedientemente a su madre y a Mon-El hasta la rampa de embarque. El agarre de su prometido es como un tornillo de banco en su brazo mientras la conduce a la nave, a una vida que no quiere y a un país que no conoce. Lena suele intentar mantenerse firme en el lado del realismo y no en el de la fantasía, pero con Mon-El a su lado, Lillian delante y Corben, el leal sirviente de Mon-El, siguiéndoles con las maletas, Lena tiene la clara sensación de que la están arrastrando al Titanic con cadenas. --- El final feliz del Titanic AU que no me dejó en paz hasta que lo escribí. --- [Traducción] Autora original: Jazzfordshire Esta historia NO ES MIA. Los créditos van para la autora, cuya obra original está publicada en Ao3, Jazzfordshire.