4 Partes Continúa Una maldición latente en la sangre, un anhelo creciente en el alma y un cuento olvidado en el tiempo.
Cuando morgan reía, el reía con ella, cuando ella jugaba, el jugaba con ella, si ella lloraba, él era el hombro que le servía de apoyo y cuando ella cayó presa de aquella maldición el aún así estuvo con ella, el deber de un caballero era proteger a su rey con una lealtad inquebrantable, si tirar su futuro y conspirar contra la heredera de Uther Pendragon hacia feliz a su reina pues con gusto el lucharía contra todo Camelot por ella.
Pues mientras una parte de morgan sienta desesperación, nunca habrá fin para su labor.