Desde pequeños, nuestros padres nos tratan de hacer entender que las mentiras no son buenas, y que nunca debemos decirlas, sin embargo ellos también nos mienten. Que si el ratón de los dientes, Santaclaus, "Si te portas mal, el coco te va a comer" y se justifican con que son "mentiras blancas" , que no hacen daño a nadie . Después crecemos y notamos que éstas forman parte fundamental de nuestra vida.
Comenzamos a darnos cuenta que no siempre las mentiras son malas o no todas al menos, como nos los decían nuestros padres. Racionalizamos que a veces son necesarias para no lastimar a los demás o a veces lo tenemos que hacer para no dañarnos a nosotros mismos.
Como esas veces que las personas te llenan de preguntas que ni tu mismo te puedes responder. ¿Qué quieres estudiar?¿Cuándo terminas tu carrera?¿Ya tienes novio?, ¿Para cuándo la boda? y optas por decir mentiras para que solo te dejen en paz.
Pero en ocaciones se nos van de las manos y ya no sabemos cómo decir la verdad. Allí es cuando las mentiras se combierten en un problema.
Esta es la historia de una simple funcionaria pública que se ve atrapada en una telaraña de mentiras al asegurar estar casada con un guapo millonario dueño de uno de los mejores Hoteles del país.
¿Qué problemas tendrá que enfrentar por mentir? No podría ser tan grave ¿O sí?
*Fanfic dedicado a Lu Gates*