Cuando la inevitable guerra de las cinco décadas llevó a la separación de los estados de Corea del Sur, tres de las grandes familias se hicieron del poderío y las coronas más importantes, absorbiendo las demás ciudades a un estado divido en tres: Los Kim, reinando la gran ciudad de Seúl. Los Lee, reinando la gran metropolitana de Daegu. Y los Jeon, haciéndose con Busán y sus alrededores, siendo la dinastía más fiera y peligrosa de la triarquía. Sin embargo, el rey de Busán ha muerto, y ahora su heredero deberá llevar consigo el peso de la corona y la responsabilidad de los actos de rebeldía y traición hacia su familia. "- El Rey ha muerto. ¡Larga vida al Rey Jungkook!"