Ya no seré más tu fiel sirvienta.

Al casi final de mi triste vida recordé que yo había sido reencarnada como un papel insignificante en una novela llena de venganza, misterio y para colmo de categoría R-19.

Se suponía que mi papel en la historia era solo servir como una de la tantas sirvientas a la protagonista femenina.

La calides y amabilidad que ellos me dieron a mí, una huerfana que no tenía ni para comer me hizo jurar que serviría fielmente a la protagonista.

Si, fielmente, como un perro faldero.

Soporté los insultos más crueles, los tratos más bruscos, aguanté que mi piel se llenara de cicatrices por completo, hasta perdí mi voz y mi ojo derecho se hizo inútil.

Todo lo aguanté para pagar el gran favor de darme una oportunidad de vivir nuevamente no como huerfana sino sirvienta.
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Pero al final... ¿lo era?.

Solo era otra sirvienta más... entonces... ¿por qué solo yo estoy sufriendo?.

Y cuando me dí cuenta ya era tarde.

Mi fin se acercaba.

Otra vez.

¿Otra vez?.

Si. Ya que tuve una vida anterior.

¿Y cuál sería?.

Yo era...