Huí. Huí dejando lo poco por lo que seguía en California, para poder comenzar de cero en Oregon con mi familia. Todos me apoyaban acerca de volver a empezar,pero tenían miedo. Miedo de los métodos que usaba para borrar mis recuerdos, o peor aún, que la historia se vuelva a repetir, y alguien vuelva a dañarme, a romperme. Pero cariño, nadie puede romper un corazón roto.