Nacidos en las sombras de Berlín, los hermanos D'Angelis Black no conocieron la inocencia. Su padre, Viktor D'Angelis, fue un capo respetado y temido de la mafia germano-italiana. Su madre, Helga Black, una mujer brillante y sádicamente estratégica, provenía de una familia de banqueros corruptos con lazos profundos en la política y el contrabando de armas.
Desde pequeños, Alessandro, Ethan y Anastasia fueron moldeados como armas. No se les enseñó a amar, se les enseñó a dominar. El apellido D'Angelis Black era más que un nombre: era una sentencia, un emblema de poder, placer y peligro.
Alessandro, el primogénito, es el rostro visible del imperio. Frío, imponente, carismático. Maneja el negocio con puño de hierro en guante de terciopelo. En público es un magnate de inversiones; en privado, el arquitecto de operaciones de tráfico humano, drogas sintéticas y chantaje digital. Tiene un gusto retorcido por la manipulación emocional. Sus amantes no saben si lo adoran o le temen.
Ethan, el segundo hermano, es el ejecutor. Silencioso, meticuloso, letal. Mientras Alessandro diseña el juego, Ethan lo lleva a cabo con precisión quirúrgica. Su apodo es "El Silenciador". Nadie sobrevive a sus misiones, y nadie jamás escucha su voz. Guarda un secreto: una obsesión malsana con el control del dolor y una adicción al sufrimiento ajeno disfrazada de profesionalismo.
Anastasia, la menor, es la más peligrosa. De belleza casi irreal, mezcla de porcelana y veneno, juega con la perversidad como si fuera arte. A sus 21 años ya controla los clubes más exclusivos de Europa oriental, donde el placer, el pecado y el chantaje se mezclan. Se rumorea que tiene una lista de amantes que han desaparecido sin dejar rastro. Su especialidad: convertir la debilidad de otros en su fuerza. Su apodo en el bajo mundo es "La Reina Carmesí".
Tras la enigmática muerte de Orazia Greco, temida jefa de la Cosa Nostra, el poder recae inesperadamente sobre Gianna, una joven de apenas diecisiete años que, sin experiencia ni preparación, se ve obligada a enfrentar un mundo tan oscuro como despiadado. Lo que comienza como una lucha por sobrevivir pronto se convierte en una transformación implacable: en pocos meses, Gianna asciende hasta consolidarse como una de las mujeres más respetadas y temidas de la mafia.
Sin embargo, en ese universo las apariencias nunca son lo que parecen.
Cuando Gianna cree haber encontrado su lugar, aparece en su vida Alessandro Russo, jefe de la Camorra y el hombre con quien sus padres han pactado su destino. Un matrimonio forjado en la ambición y la sangre promete convertirlos en una fuerza invencible.
Pero la atracción que Gianna siente hacia Alessandro -un hombre cruel, calculador y peligroso- se mezcla con la certeza de que la felicidad no tiene cabida en esa unión. Entre celos, intrigas y enfrentamientos constantes, la guerra entre ellos parece inevitable.
Él solo ansía control.
Ella solo ambiciona poder.
Hasta que los sentimientos que intentaban reprimir los arrastran a un abismo del que tal vez no haya retorno.