El dilema del prisionero se comenzó a escribir hace ya más de veinte años (1994) en un ordenador Amstrad PC1640 con el procesador de textos Wordperfect 5.1. Durante todo este tiempo ha permanecido grabado en un par de diskettes de 3,5 pulgadas de alta densidad en un cajón, hasta que un día haciendo limpieza los vi y decidí, por un impulso que me costó toda una tarde de desempolvar y poner en marcha un viejo PC con disquetera, releerla.
Jamás me había planteado publicarla, quizás por pereza o por pensar que no sería ya del interés de nadie y, sinceramente, casi la había olvidado, pero tras una lectura tranquila y pausada me di cuenta de dos cosas:
- La tecnología con que fue escrita está ya más que obsoleta tal y como acabo de describir.
- Los contenidos y las reflexiones de la obra siguen siendo, dos décadas después, terriblemente actuales.
Es por ello, y también gracias a que las nuevas tecnologías actuales permiten publicar una obra con gran facilidad, que me he decidido a que veintitantos años después El dilema del prisionero vea la luz. Los jóvenes de la Generación X a la que pertenecen los personajes de la trama tenían formación, buscaban un sueño y eran JASP (Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados). Las altas tasas de paro y los bajos sueldos de los 90 eran realidades con lo que tenían que lidiar replanteándose sus ideales, ética y valores en una sociedad de promesas incumplidas.
El profesor Jeon Jungkook es odiado y temido por todos sus estudiantes. Estricto, reservado y despiadado, él no tolera equivocaciones y tiene poca paciencia para sus estudiantes.
Park Jimin con veintiún años lucha para mantener a sus hermanas menores después de la muerte de sus padres. Al borde de perder su beca, Jimin está lo bastante desesperado como para acudir al profesor Jeon.
Todos dicen que Jungkook no tiene corazón. Todos dicen que él es un bastardo despiadado. Jimin descubre que todos tienen razón.
Él llega a un acuerdo con Jungkook, pero inesperadamente, el trato se convierte en mucho más.
Algo absorbente y adictivo.
Algo que ninguno de ellos desea.