Yo no era su amiga, ni mucho menos le hablaba, es mas no sabía
de su existencia y eso que formaba parte de mi grupo, sucedió unas semanas después
de que empezara el mes de noviembre, el se acerco hablarme, empezamos con una
que otra palabra cordial, yo me mostraba fría y distante, de las palabras
siguieron las conversaciones largas por mensajes, nuestra relación cordial paso
a la de la amistad, todo fue lindo.
Los holas pasaron a estar acompañadas de un sobrenombre,
pase de princesa, señorita popular, entre otros y solo los digo por mencionar
algunos, algunas conversaciones venían con un eres bonita o me alegro ser el
primero y el único quien te lo ha dicho, era bonito sentirme especial o el que
alguien me dijera eso