El mantenía su trabajo en el bar. La mayoría de sus clientes eran fiesteros, jugaban póker, y otros solo venían a tragar penas y escuchar canciones cortavenas. Algunos hombres le pidieron poder contarles sus problemas, y con gusto él lo hacía, no quería dejar a esos pobres con un pensamiento deprimentes para ellos solos. Pero ¿Qué pasa cuando una chica que estabas siendo perseguida llega de la nada a las tres de la mañana cuando están a punto de cerrar y dice: "Quiero la bebida más fuerte que tengas"? Sencillo de responder: Enciende su curiosidad. Los dos se desconocen, tienen sentimientos reprimidos, y el alma rota. Solo podrán conocerse a través de los licores fuertes y detrás de la barra de un bar perdido en los pueblos de Monterrey... "Nadie está graduado en el arte de la vida mientras no haya sido tentado". -George Eliot.