¿Y si la última persona que quieres ver en el mundo se convierte en tu custodio temporal? ¿Y si esa persona es tu ex hermanastro y además termina siendo tu jefe?
Ella perdió a todo lo que consideraba familia cuando era una niña. Toda su vida esperó que la buscaran, eso fue lo que le prometieron. El tiempo pasa, las personas suelen convertirte en lo que desean ser o en lo que necesitan ser para sobrevivir: Luna Cooper aprendió desde muy joven que el mundo no siempre ofrece segundas oportunidades. Tras ser abandonada en un orfanato, crecer entre golpes y desilusiones, y caer en un mundo de robos para sobrevivir, su vida parecía estar condenada a la oscuridad, aunque tal vez no sea demasiado tarde para que las cartas vuelvan a barajarse y pueda florecer la joven que debió ser.
Ashton también conoce el peso de las promesas incumplidas. Adoptado y arrancado de su infancia junto a Luna, siempre le juró que regresaría por ella, pero la vida lo llevó por caminos distintos... hasta ahora. En un acto de redención, está decidido a brindarle a Luna una nueva oportunidad, aunque ella solo ve en él un traidor. Ashton es un hombre que nunca estuvo completo ni feliz. Gran parte de su vida tuvo que rebuscárselas para poder sobrellevar la poca habilidad de paternar de su progenitor. Fue un golpe contundente en la vida de este niño que solo quería tener una familia funcional, pero a cambio, solo prevaleció el odio por las emociones fuertes, como el amor.
De pronto, el deber ya no era una obligación, era mucho más que eso. Sus corazones entraron al juego y estaban listos para ser consumidos.