Él: Magnus Rabell. La persona más egoísta, egocéntrica y estúpida que he conocido en mi vida. El mismo chico que me atormentaba cuando era pequeña y ahora ha vuelto. Ha vuelto para destruirme y hacer que mi cuerpo se rompa en mil fragmentos debido al deseo que explota en mi interior cada vez que lo veo. Cada vez que me lleva a la perdición y al maldito orgasmo. Definitivamente me jodió. No solo el cuerpo, también el corazón. Ella: Hayla Spellman. Sinónimo de dulzura y perdición. No sabe quedarse quieta y, aún peor, me reta. Me pone límites y eso me enfurece. Nunca había deseado tanto algo como la deseo a ella y, en este caso, ella es el límite. Pero como he dicho en breves ocasiones, yo no sigo reglas y Hayla es un límite que definitivamente quiero sobrepasar. Quiero demostrarle que yo soy el verdugo aquí y que todavía sigue siendo aquella niña tonta e indefensa ante mí. ×Todos los derechos reservados ×