Denme renglones para escribir todo lo que me he callado.
Que han sido tantas ausencias,vacíos,noches oscuras,tristezas,partidas,que el corazón no estaba preparado.
Esto fue escrito desde lo más profundo, intenso, reflexivo e insufrible de mi ser, porque las palabras expresaron sentimientos que habían en mi corazón que no pude expresar y demostrar en el momento.
Es que era algo completamente inefable
Fue escrito un día nueve,
Y decidí que sería llamado Nueve
Porque según la Numerología,
el número nueve es para un cierre de ciclos.
Y fue perfecto para escribir todo lo que sentía, debía soltar y cerrar ese año,hablo del dos mil venti dos.
Dicen que el escribir es un verdadero placer terapéutico;y ciertamente no hay manera de contradecir, ya que logró abrir un mecanismo para preguntarme:
¿Qué es esto?: ¿rabia?, ¿tristeza?, ¿felicidad? No, no puede ser felicidad, no cuando... ¿amor?,¿gratitud?
¿Por qué me siento así?, ¿cuál es el origen?, ¿qué puedo hacer para sentirme mejor?
Poner en tela de juicio mis sentimientos me hizo rubricar todo esto, sobre todo logró liberarme, descubrir, reconocer y soltar sentimientos, algunos a identificarlos, y otros
darlos a conocer.
Porque el dos mil venti dos fue una temporada con una explosión de emociones, y que solo al escribir todo esto pude dar el cierre apropiado a las diferentes etapas de mi vida.
Fue muy esencial para sanar y renovar la esencia de mí misma.
Entonces entendí que los finales son difíciles de aceptar cuando en realidad son siempre un nuevo inicio.
Cómo dice el refrán "cuando se cierra una puerta, se abre una ventana".
Y justo de eso se trata un cierre;
Por eso si estas leyendo esto, es una señal para que te motives, vayas y cojas un bolígrafo seguido de un libreto tan solo a
plasmar tu alma y corazón con ellos en unas cuántas líneas...