La leyenda nunca había parecido estar tan al alcance de la mano. Un reino salvado, una dinastía reinstaurada, un legado recuperado y un príncipe prometido por el fuego y el hielo. Sin embargo, cuando emergen las leyendas la verdad se difumina y las personas dejan de ver al hombre para vislumbrar al héroe.
Sobre los eventos que sucedieron los maestres y sabios de ambos lados del mar hablarían con gran relevancia en los siglos posteriores. Testimonios, crónicas y relatos narraron tal evento.
"Lo que aconteció nunca volverá a ocurrir", narró la primera crónica, escrita por un desconocido y extraño maestre de los pantanos. "Ni siquiera los dioses son tan crueles como para lanzar al mundo a un trance tan cruel como aquél, pues como en todas las calamidades, las semillas de la destrucción se sembraron mucho tiempo ha, en años rebosantes de paz y belleza, cuando nadie podía siquiera aventurar tal destrucción. El mundo se estremeció y quedó claro que ni el destino, ni siquiera las leyendas, estaban a salvo del juego de tronos y por el deseo de poder y las espadas ennegrecidas del Conquistador, se alzaron los estandartes y volvieron a danzar los dragones. Esta es su historia. La historia del destino de la corona de Daenon y la tragedia de sus herederos".