En un rápido movimiento, antes de que su familia se viera más dividida el rey Viserys decide casar a su segundo hijo varón con el segundo hijo de su amada Rhaenyra, las consecuencias que traigan está unión serán inesperadas, empezando desde la boda que como toda boda de Westeros siempre derramará sangre. Y esto cambiará el rumbo de la danza.