El mundo era el que era. Diseñado para los ricos y a placer del rey, el proletariado vive oprimido entre grasa de máquinas y carbón de calderas. Están cansados de protestar, de manifestarse y rogar por sus derechos, lo único que les queda hacer es tomar la justicia por su mano. Sin embargo, cuando deciden tomar las cartas sobre el asunto, un poderoso desconocido estropea los planes.
El mundo es el que sigue siendo. Más miseria, más mugre, más rencor acumulado... ¿Hasta cuándo aguantarán?
Seis historias se entrecruzan, revolviendo el equilibrio que tanto tiempo había proliferado. Solo quieren buscar su camino y, sin darse cuenta, son parte de algo más, de una conjura que pretende construir un nuevo orden sobre una sociedad en ruinas. No, más bien destruida, pero ¿por quién?
Lo que suceda o deje de suceder dependerá de ellos. Podrán unirse a esa revolución y ser parte del amanecer o caer en el anochecer junto a los aristócratas. Sea lo que sea, solo hay dos bandos definidos y ellos puede que no sean de ninguno.
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• Buena ortografía y gramática.
• Mundo de magia y retrofuturista.
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Si os gusta dadle ★!!
Y para cualquier cosa aquí estoy (◠‿・).
QUEDA TERMINANTEMENTE PROHIBIDA LA COPIA PARCIAL O COMPLETA DE ESTA HISTORIA. COMPARTO PARA EL DISFRUTE, NO PARA EL PLAGIO. RESPETEMOS. GRACIAS.
Lucian He era conocido como:
✔️ El tercer hijo mimado de la familia He.
✔️ Más delicado que una muñeca de porcelana.
✔️ El llorón oficial (sus lágrimas salían más rápido que el wifi).
✔️ El villano condenado a un final trágico en la novela "Promesas de Cenizas".
Mateo, un lector amargado con más deudas que ilusiones, lo sabía muy bien. De hecho, ¡odiaba a Lucian!
Así que, cuando muere y despierta en su cuerpo, solo piensa una cosa:
"Genial, soy rico, guapo y consentido. Olvídense de la protagonista femenina, yo voy a disfrutar mi vida de lujos con papá y mamá."
Pero el universo tiene sentido del humor.
Porque en la fiesta que debía marcar el inicio de su desgracia... él mismo termina drogado, sudando como pollo rostizado y cayendo directo en los brazos del protagonista masculino: Ethan Zhou, el CEO frío, guapo y peligroso.
¿El resultado?
Una primera vez que ni el autor original de la novela se esperaba.
Un CEO que ahora lo mira como si fuera suyo.
Y un villano llorón que grita internamente:
"¡Mamá, soy hetero!... creo..."