
Cuando quieras creer en algo con todas tus fuerzas, repetítelo hasta el cansancio porque, inevitablemente, vas a comenzar a creer en ello como si de una religión se tratara. Es una técnica bien usada y muy funcional para los manipuladores. Es tu culpa, es tu culpa, es tu culpa. Una y otra vez. Día tras día. Y si no tenés licencia, no te preocupes. Te empieza a manejar la culpa. Cuidate, no escuches. No los escuches, no es cierto.All Rights Reserved