Inconscientemente, en muchas ocasiones, amamos a una persona por quien creemos que es y no por quien es realmente. Siempre nos formamos ideas más perfectas. Sin embargo, de forma lenta, comenzamos a observar que lo que imaginamos no se corresponde con la realidad. En ese momento, caemos en la cuenta de que nos hemos dejado llevar por una imagen creada por nuestras ganas de encontrar un amor perfecto. A veces, no nos damos cuenta que el "felices para siempre" de los cuentos es solo eso: un cuento. Y que los sapos que se convierten en príncipes azules tampoco son reales, la verdad, suele ocurrir lo contrario, quien creíamos que era un príncipe se transforma en sapo. Y que el amor es sinónimo de dolor, de complejos, de miedos y de secretos.