En una sociedad omega-centrista ser el alfa del emperador debería ser una bendición, sin embargo, su esposo es esteril y no deja de enviarle consortes para que engrende un heredero ilegitimo, por supuesto Ash no duda en rechazarlos, si aceptó el matrimonio fue por mera estrategia. Pero un día llega un extranjero para entrenarlo con la katana. El problema es que es un beta. Creditos de la imagen a yryr10ne (Twitter).